Argentina – más allá de la Pampa
Argentina es reconocido a nivel mundial por el fútbol, el asado, el mate, el dulce de leche, sus extensas pampas y recursos turísticos. Pocas veces se lo reconoce como un país productor de gas y petróleo, a pesar de contar con una larga trayectoria de más de cien años en la exploración y producción de gas y petróleos convencionales. En los últimos años el país sumó un nuevo atractivo: el desarrollo de los no convencionales, conocidos por décadas, pero sin posibilidad de ser explotados.
Actualmente Argentina tiene segunda reserva mundial de gas no convencional y la cuarta reserva mundial de petróleo no convencional. Su reserva de no convencionales, Vaca Muerta, comenzó su desarrollo principalmente de la mano de YPF, la principal empresa de energía con participación del estado nacional. De esta manera, se logró desarrollar la tecnología y disponer de los medios para explorar y explotar en forma rentable estas reservas. YPF, siendo pionera junto a otras empresas privadas, ha conseguido capitalizar todo ese aprendizaje para el país y hoy, otras compañías, siguen su ejemplo acompañando la curva de aprendizaje, desarrollando personal calificado, tecnología, proveedores locales y mejorando los costos. El desarrollo de la tecnología y el conocimiento para las características de esta formación, jugó un papel clave en este último lustro.
Estas reservas no convencionales son y serán un atractivo para las inversiones tanto nacionales como extranjeras, además de ser estratégicas para el desarrollo del país, ya que siguen una estrategia de acompañamiento para la transición energética.
Rompiendo el break even
El desarrollo de los no convencionales (NOC) representa un desafío para todas las compañías operadoras de oil & gas, no solo en Argentina, sino en el mundo. A su vez, también significan un desafío para todas las compañías que desarrollan tecnología y brindan servicios especializados para esta industria.
Si bien los no convencionales son conocidos desde hace décadas, el ‘break even’ respecto al valor internacional de petróleo se ha roto hace poco. En Argentina, se ha roto aún más cerca en el tiempo, hablando por supuesto de valores medios históricos, sin entrar en el contexto circunstancial de la pandemia por COVID-19. Durante esta situación de pandemia mundial, el país está tomando medidas de un precio de barril interno, llamado “barril Criollo”. Este precio permitiría continuar con la explotación de los no convencionales en forma casi normal para el abastecimiento interno.
El comportamiento de los no convencionales es impredecible
Las compañías hoy en día siguen en búsqueda de una mayor eficiencia, por lo que reducen su costo de extracción e intentan despejar cualquier riesgo a futuro.
Para entender un poco más la dificultad de los NOC, debemos comenzar hablando sobre los convencionales. El comportamiento de los pozos convencionales puede ser descrito por leyes físicas conocidas y relativamente sencillas. Por ejemplo, el control por llenado de bomba inferido desde carta de fondo –ampliamente utilizado en bombeo mecánico– tiene poca aplicación en los no convencionales hasta ahora. Las leyes físicas aplicadas en los convencionales no aplican para pozos muy desviados como los que encontramos en los NOC. Otro ejemplo, en pozos convencionales, un bloqueo se puede detectar a través de varios métodos distintos inequívocamente. En los NOC, todos los métodos fallan.
El comportamiento de los NOC es impredecible, y no se pueden aplicar las leyes conocidas de los convencionales. Es por eso que, para los NOC, el gradual enriquecimiento de las estadísticas y una mayor cantidad de información, que permita aplicar estadísticas y ciencia de datos en profundidad, han sido clave para su desarrollo.
Curso de aprendizaje acelerado
La curva de aprendizaje en Vaca Muerta ha sido extraordinaria, desde los pozos exploratorios en 2010, hasta el momento, con pozos verticales hasta el objetivo (3.000 metros) y luego horizontales (ramas de más de 2.000 metros) con más de cincuenta etapas de fractura en algunos casos. En simultáneo, los reservoristas e ingenieros de producción han ido adquiriendo un vasto aprendizaje sobre cómo manejar el flowback, cómo producir el pozo en su etapa de surgencia natural, el cambio a equipos de levantamiento artificial, la selección del equipo de levantamiento artificial adecuado, el manejo de las parafinas y la arena, la erosión de los orificios, interferencias entre pozos, altas pérdidas no localizadas, etcétera. Éstos son sólo algunos de los desafíos que las compañías han tenido que aprender a manejar en pocos años, pero existen otros, como la provisión de arenas especiales y la logística de arenas y agua para llegar a los puntos de fractura, que han representado un reto, incluso habiendo importado conocimiento de otras industrias.
Una buena noticia con respecto a los NOC es que cualquier aprendizaje o tecnología que se desarrolle específicamente para estas problemáticas es aplicable también a cualquier otro escenario (por ejemplo, en los convencionales), por lo que los NOC funcionan como un curso rápido de aprendizaje, ya que perfecciona aceleradamente las prácticas que la industria petrolera ha utilizado durante más de cien años.