Cambios en las actividades de entretenimiento y el desarrollo tecnológico
Ayer mantuve una interesante charla con mi hijo, entre los dos reconstruíamos como serían las tardes luego del colegio o del trabajo, en las distintas épocas. Durante el último año, los niños de su edad pasaron gran parte del tiempo (del habilitado para estar adelante de una pantalla), viendo videos de YouTube o TikTok creados por amigos. En 2018, veían videos creados por youtubers. Anteriormente, probablemente pasábamos gran parte tiempo en alguna red social. Hace algunos años, navegando por internet y antes leyendo un diario. Más lejos en el tiempo, seguramente pasábamos las horas leyendo un libro, o más lejos aún en el tiempo, probablemente en un bar o en nuestras casas bajo la luz de las velas. Y muy en la antigüedad, compartir experiencias, historias y anécdotas verbalmente era la actividad más frecuente. Lo importante no es solo cómo fue cambiando la vida hasta llevarnos a este punto donde gran parte de la sociedad depende de un smartphone, sino lo trascendente es lo vertiginoso con que estos últimos cambios fueron sucediendo. Ahora estos cambios suceden en cuestión de meses o semanas y son cada vez más profundos en términos de disrupción tecnológica y social. Sin dudas esto nos muestra a los humanos comunes y corrientes que algo grande y exponencial está por suceder (si lo vemos en una curva tiempo – impacto). Esto sin hablar de la tecnología y avances científicos que son menos perceptibles para nosotros, el común de la gente.
Definición de singularidad tecnológica
En las ciencias, el término “singularidad” es utilizado para describir infinitos tamaños. En 1965, el estadístico I.J. Good, describió un concepto que aplica el termino al desarrollo de la inteligencia artificial:
Una máquina que puede superar ampliamente las capacidades intelectuales de cualquier ser humano, no importa cuan inteligente, es definida como una “máquina ultra inteligente”. Esta máquina ultra inteligente puede crear maquinas aún mejores, por lo que no hay dudas que conllevaría a un desarrollo explosivo de la inteligencia artificial, dejando a los humanos comunes muy detrás. La innovación de la primera máquina ultra inteligente sería también la última innovación hecha por un humano.
El término “singularidad tecnológica” se volvió popular con el lanzamiento del libro “La Singularidad está cerca” de Raymond Kurzweil en el año 1998. En su libro, Kurzweil define el año 2045 como la fecha de la singularidad. En mi opinión, es muy arriesgado predecirlo. No hay una forma clara de saber cómo y cuándo sucederá esto, pero una cosa está clara: la singularidad implicaría cambios sociales inimaginables, imposibles de comprender o de predecir por cualquier humano en este momento.
Primero se prueba, después se usa comercialmente
Sin entrar en profundidad en la investigación científica de base y su aplicabilidad en la industria en forma innovadora o en forma disruptiva, en términos generales, los avances de los que podemos gozar hoy en la industria o en nuestros hogares, venían normalmente de su aplicación primero en terrenos de “prueba”.
Por ejemplo, en décadas pasadas (y hoy todavía sucede en cierta medida) la tecnología automovilística se desarrollaba en la Fórmula 1 o en Nascar. Luego esta tecnología eventualmente pasaba a los automóviles de calle. La transmisión secuencial, los frenos de disco, la suspensión activa, los avances en neumáticos y muchos de los materiales utilizados hoy en autos de calle, son un buen ejemplo de esto.
La era espacial, con el hombre en la luna y tantos otros hitos, fue un período en el que mayor cantidad de desarrollos, o con mayor rapidez, se desarrollaron nuevos materiales y grandes avances informáticos. Los paneles solares, sistemas de comunicaciones para largas distancias, sistemas de monitoreo hoy utilizados en medicina, sistemas de purificación, etc., son también ejemplos de avances registrados en este período.
La segunda guerra mundial, desafortunadamente, nos permite gozar de tecnologías tales como los aviones con cabinas presurizadas, la criptología y los combustibles sintéticos.
Definitivamente pareciera que la tecnología que gozábamos en los hogares primero tuvo que pasar por y ser probada en la F1 o necesitada para la era espacial o para la guerra. En los últimos años el proceso parece ser diferente, o al menos estar cambiando, con el advenimiento de los dispositivos móviles, donde TODO está allí, al alcance de la mano, las personas en nuestros hogares en apariencia tenemos un mayor nivel tecnológico que la industria.
Mientras en casa utilizamos un smartphone con aplicaciones avanzadas, cámara de fotos de última tecnología, GPS, realidad aumentada, capacidad de almacenaje ilimitada en la nube, acceso al estado de los vuelos en tiempo real, visualizar la posición de los astros en cada momento desde cada posición, identificar una canción en tiempo real, etc., en muchas industrias aún se siguen utilizando tecnologías de automatización y control similares a las de hace 30 años, sin demasiados avances, aunque robustas y muy probadas, suficientes para ese uso.
Tecnología de automatización en la industria del Oil&Gas
Muchas veces un operador de planta, tiene en sus manos un dispositivo personal con mucha mayor capacidad que los sistemas o procesadores que controlan o aseguran la planta que opera. A este ritmo, para la vida diaria, sin dudas la singularidad se encuentra cerca, aunque pareciera que para las industrias en general, la singularidad se encontraría más lejos, o al menos no parece seguir un patrón exponencial.
Quizás nos deberíamos preguntar ¿por qué esa inversión en los roles? Donde antes la tecnología venía de la industria, del entretenimiento como el caso de la F1, o de la guerra para luego pasar a los hogares, ¿ahora pareciera que fuera al revés? Pareciera que las nuevas tecnologías vienen designadas por otros patrones más estudiados y diseñados, al menos en la vida personal, el patrón de “mantenernos mirando la pantalla” para comprar nuestro bien más preciado, nuestro tiempo.
Es probable que la singularidad tecnológica, y por lo tanto los cambios inimaginables que de allí se desprenderían suceda para las fechas previstas, sin embargo, la industria (y especialmente el Oil&Gas) parecen estar en fechas más lejanas. Especialmente la seguridad en procesos industriales parece ser una barrera que la singularidad tardará un poco más en adoptar, sin dudas llegará y los sistemas de IA tendrán tanto éxito y les tendremos tanta confianza que estarán allí también.
¿La seguridad de los procesos juega un rol importante aquí y no permite que estos avances se introduzcan tan rápidamente en la industria? ¿Llegará el momento en que tecnologías ya no solo innovadoras, sino disruptivas lleguen definitivamente a la industria general? Preguntas que me alientan a pensar si podemos romper los modelos actuales o deberemos convivir con un mundo singular y disruptivo, con otro mundo clásico y conservador. Creo que no, que nuestra industria se mueve hacia allí, aunque la singularidad podría estar un poco más lejos para la industria.